Comida callejera pasó de ser un «resuelve» a ser un gozo

Perforados bolsillos de los venezolanoperros8

“Comer en la calle es imposible, por lo caro que está” declara María González quien es trabajadora por el Ministerio de Educación, además destaca que como perteneciente al Ministerio  le correspondería una bolsa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y aun así se le ha prolongado la espera. El sueldo es tan mínimo que solo alcanza para tratar de sobrevivir semana a semana, y no para darse un gusto, ya sea en cine, comida callejera, teatro.

Lo que solía ser una opción para “matar el hambre” pasó a ser un lujo para cualquier ciudadano venezolano producto de los precios altísimos de los perrocalientes y hambruguesas. Los vendedores aseguran que han tenido que subir los montos debido a la escasez de pan, salsa de tomate, mayonesa, entre otros, y la constante compra a los bachaqueros.

Los productos que son regulados difícilmente se consiguen y cuando se consiguen es por medio de los bachaqueros, estos a su vez elevan los precios 20 veces mayor, para obtener cierta ganancia, por supuesto que con los niveles de salarios que se vive en la actualidad no es suficiente para cubrir en su totalidad el consumo de estos alimentos revendidos.

El ciudadano obrero Roberto Salas hace énfasis que la gravedad del problema está en la situación actual de la producción del país, añade que si no se enfocan en el contexto de la fabricación, este permanecerá en declive. Para Salas el hecho de que el Gobierno actuó expropiando empresas que efectivamente estaban produciendo, fue una manera errada de operar.

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